La belleza empieza en la salud de nuestra piel. Con Leonor Antón. - Clínicas Kiharu La belleza empieza en la salud de nuestra piel. Con Leonor Antón. - Clínicas Kiharu

La belleza empieza en la salud de nuestra piel. Con Leonor Antón.

La piel ha sido el reflejo de nuestra salud desde el principio de la historia humana. 

En el Renacimiento, durante los siglos XVII y XVIII hubo un fuerte resurgimiento por la obsesión del maquillaje extravagante en hombres y en mujeres de la alta sociedad. El tono pálido de la piel era signo de buen estatus y salud, aunque los métodos utilizados en aquel entonces no eran precisamente los más saludables; se blanqueaban la cara, el escote y las manos con sublimado corrosivo (utilizado tanto como cosmético y como veneno) y usaban polvos de harina de arroz para fomentar el tono blanquecino esparciéndolos por cuello y hombros. En la corte de Isabel I de Inglaterra se popularizó el uso de otros productos peligrosos como el albayalde para blanquear la piel del rostro y el escote, productos a base de mercurio para colorear los labios o eliminar manchas, tinturas para el cabello con sulfuro de plomo, cal viva y agua.

No podemos decir que estética y salud fueran de la mano durante el Renacimiento, pero ese pensamiento del mantener nuestra piel lúcida se fue transformando en los siglos siguientes. Entonces el paradigma cambió, se llegó a comprender que la belleza empieza en la salud de nuestra piel.

Cuidar la piel ha sido siempre un básico y, en la actualidad, su protección ante el daño producido por agentes externos como la contaminación o la afectación producida por el sol, va mucho más allá de la utilización de una crema hidratante cualquiera.

Mantener unos hábitos saludables como una alimentación rica en nutrientes, un buen descanso y la hidratación, sobre todo ahora que los días se alargan y la exposición a los rayos solares se acentúa, resulta más que fundamental.

La piel es la capa protectora del cuerpo, pero la exposición a los rayos ultravioleta de manera excesiva actúa en contra de la salud de nuestra piel, deteriorándola y no permitiendo su regeneración como es debido; puede producirnos las temibles quemaduras, enrojecimientos de la piel, deshidratación, fotoenvejecimiento, la aparición de manchas solares e incluso derivar en melanoma.

Por otro lado, los beneficios de la luz solar pueden ser gratificantes para nuestro organismo si lo hacemos con verdadero cuidado, debemos proteger nuestra piel de manera diaria con cremas de factor alto y realizar un seguimiento conciso de este hábito. Uno de los principales beneficios es el más conocido, nuestra piel produce vitamina D cuando se expone al sol, muy pocos alimentos contienen vitamina D y por esta razón la mayoría de las personas sintetizamos esta preciada vitamina gracias a nuestra estrella. La vitamina D refuerza nuestros huesos y previene enfermedades de origen articular, su carencia sin embargo nos puede producir entumecimiento en el cuerpo, dolor muscular, debilidad y dolor en los huesos. Además, un equilibrio entre tomar el sol y una adecuada protección, hace que nuestra piel se vea más saludable.

Personalidades como Nikole Kidman, que siempre ha lucido una piel radiante, ha asegurado en algunas de sus entrevistas que su arma secreta es la utilización de cremas con protección solar cada vez que en un rodaje le toca exponerse al sol y reaplica la crema cada 90 minutos.

El uso de una buena crema con protección solar resulta vital para la salud de nuestra piel y, por supuesto, acudir a nuestro centro de confianza para que nos realicen un estudio del estado de la piel y nos recomienden posibles tratamientos que harán de nuestra piel de hoy las delicias del mañana.