
Originalmente, se aprovechó solo el efecto mecánico de las ondas acústicas para fines médicos. Al principio, las ondas acústicas se aplicaron para la desintegración de cálculos renales, pero desde hace más de 20 años se han empleado también para el tratamiento del dolor ortopédico.
Estudios recientes han demostrado que las ondas acústicas también desarrollan efectos biológicos que estimulan procesos metabólicos y mejoran la elasticidad del tejido conjuntivo en el tratamiento estético.
Los resultados pueden ser mejorados de manera significativa cuando se combinan ondas acústicas focales y radiales.

El cuerpo humano contiene un alto porcentaje de grasa que es almacenada por naturaleza para servir de reserva de energía en períodos de escasez de alimentos. Esta es primordialmente la función del tejido adiposo subcutáneo.
Dependiente del sexo y del estado de nutrición, depósitos de grasa del 10 % al 50 % del peso total del cuerpo se encuentran sobre todo en el abdomen, el glúteo y los muslos. Estos depó- sitos pequeños o medianos pueden ser tratados con éxito con las ondas acústicas.
El AWT® reduce la espesura del tejido adiposo. Las ondas acústicas mejoran también la eliminación de los residuos metabólicos a través de los sistemas de sangre y linfa. Los estudios5,6 efectuados con el CELLACTOR® SC1 muestran claramente la efectividad del tratamiento para el »Body Shaping« o la modelación del cuerpo.
Es posible aumentar este efecto aún más con una dieta equilibrada y saludable, ejercicios físicos y el consumo suficiente de líquido durante y después del tratamiento AWT®